Junto a Envelopped, Fibroma, Overtoun y Dislepsia. (Sábado 9 de septiembre en Gier Music Club, C.A.B.A., Buenos Aires).
Sinister, una de las bandas pioneras del metal extremo en Países Bajos, se presentó en Argentina dentro de su gira “Malignant Disasters Tour 2023 Latin American Invasion”. Luego de un amague agendado para el 27 de junio de 2023, se pudo dar finalmente la segunda vuelta al país de los neerlandeses. La primera visita ocurrió en el año 2018 en el marco de un Tour Sudamericano junto a los coterráneos Pestilence, con un show que fue de lo más parejo entre ambas bandas. Esta vez eran el plato principal para disfrutar luego de los locales Envelopped, Fibroma y Dislepsia, en un show que también contó con la presencia de la banda chilena Overtoun.
A eso de las 19hs. se abrieron las puertas de un Gier Music Club levemente renovado con algunas mesas fijas en la zona media del salón. Todo se encuentra un poco más (y mejor) iluminado, aunque las mesas puedan llegar a ser algo estorbantes para el paso de los asistentes. En fin, lo que importa es que esta tremenda fecha había comenzado con la banda Envelopped, que vienen sumando algunos shows de importancia a su currículum. Death Metal clásico (tirando a sueco) con un buen audio que apenas llegué a apreciar, ya que ingresé prácticamente sobre el final de su show.
La siguiente banda en pisar las tablas del local ubicado en el barrio de Colegiales fue Fibroma. Banda que hacía bastante tiempo no veía en vivo y que me sorprendió gratamente por el poderío que estos tres muchachos transmiten. No es detalle menor para remarcar, que ahora en sus filas se encuentra el ex-bajista de Necroabortion (también actual Bestial Perception) Patricio Olguin. Quién lo haya visto en vivo recordará que es casi imposible quitar la vista de sus dedos. La batería de Ismael Pérez no se quedó atrás, y deplegó blast beats a diestra y siniestra de una manera muy precisa. En voz y guitarra se encuentra Lucas Delgado, quién se encargaba también de cruzar comentarios con el público que iba copando el lugar. Una buena entrada en calor con un Death Metal que se debate entre técnico y brutal, para dejarle lugar a los chilenos Overtoun con una propuesta que sonó bastante fresca.
Podríamos etiquetarlos como Death Metal, pero ciertamente hay bastante más en el concepto de la banda. Con una imagen descontracturada y potente, descargaron un material que por momentos amagaba a sonar progresivo, y por momentos parecía virar hacia el Thrash Crossover. El audio de la noche fue en general bastante bueno, inclusive se fueron notando leves mejoras con el correr de las bandas. Ni muy fuerte, ni muy bajo. Al punto de que casi podías conversar con la persona que tenías al lado. Tal vez algunos cuerpos de la batería se perdían un poco, dependiendo de en qué parte del salón te ubicaras. Creo que con Sinister fue la única banda donde esto no pasó, pero aún faltaba Dislepsia. Existía la posibilidad de salir del local para fumar, y aunque ya no fumo aproveché un par de ocasiones para salir a refrescarme un poco. La última vez coincidió con la llegada de Sinister al lugar, quienes se ofrecieron de lo más amables a sacarse fotos con la gente que se encontraba en la vereda de Gier.
Mientras, adentro, los comandados por el bajista Ramón Farías, subían al escenario para desplegar un poco más de Death Metal con acentos Thrashers, en un recinto que comenzaba a colmar su capacidad (unas cien personas aproximadamente, ya que las mesas y las reformas achicaron un poco el espacio físico). Dislepsia dio un show contundente mostrándonos que se encuentra en uno de sus mejores momentos, y con una formación bien afianzada.
Llegaba el turno del plato fuerte y la gente se agolpaba sobre la valla para recibir a los neerlandeses. Subía la cortina de escenario y los Sinister de Aad Kloosterwaard (único miembro original, antes baterista, y desde hace algunos años vocalista) salían a comerse al público local. Como una ametralladora que dispara a discreción se sucedían los temas de la agrupación, que pasaron por un buen puñado de discos de su catálogo. Algunos de hace una década como “Transylvania (City of the Damned)”, o “Blood Ecstasy” de The Carnage Ending. “The Masquerade of an Angel” de The Post-Apocalyptic Servant… Otros de sus primeros trabajos como “Epoch of Denial” y “Sadistic Intent”, que fueron de los más coreados; o algunos más modernos como “Deformation of the Holy Realm”. Un pequeño pogo se mantuvo durante todo el set de forma divertida, y sin causar malestar a los asistentes linderos. Coloreando una noche que iba poniendo los pulgares para arriba. Uno de los puntos a destacar fue sin dudas la actuación del baterista Simon Škrlec, quién aporreó la batería durante más de una hora con una técnica envidiable. En un lugar tal vez pequeño para el pedazo de historia que es Sinister, pudimos disfrutar cada detalle de esta leyenda viva, y es algo que debemos agradecer que suceda; más teniendo en cuenta los tiempos que corren. Desde ya, gracias eternas a la organización “Metal Eterno Producciones” por llevarlo a cabo.