Slayer – Violento tsunami de Thrash Metal

¡Amigas! ¡Amigos! Bienvenidos una vez más a este pandemónium donde trataré de explicar las sensaciones causadas en mi por diversas bandas, en esta agradable sección que hemos bautizado “Escrito Sagrado”.

 Los invitados de hoy, “Slayer”.

Mientras empiezo a escribir las primeras palabras con su música de fondo, lo primero que me viene a la mente es agradecimiento hacía esas cuatro mentes siniestras de Jeff Hanneman, Kerry King, Tom Araya y Dave Lombardo, aunque habría que ser justos e incluir también a Paul Bostaph, que reemplazó muy bien al irremplazable de Lombardo, por el legado único e irrepetible que nos dejaron en más de 30 años de carrera, pero más que nada por la imborrable huella que dejaron en mí. Slayer es sin dudas mi banda favorita de todos los tiempos y estilos.

Trataré de ser lo más breve posible en este escrito, para que el editor no se enoje. Pero estoy seguro que va a ser el más largo que hasta aquí se haya publicado. Y aviso que este escrito va a carecer totalmente de imparcialidad.

Ahí vamos, en mis lejanos 14 años trataba de asimilar el impacto que me había causado la bestialidad de Kill’em All, (grabado en cassette, por supuesto, como era común en los comienzos de los 80), cuando Roberto Cossedu, dueño de Music Shop, (ex bajista de Kamikaze y Pappo´s Blues, por nombrar algunas bandas), me había preparado una copia de “Show No Mercy”- 1983, primer disco de Slayer, ya nada sería igual en mi vida.

¿De donde salieron estos tipos? ¿Los echaron del infierno por quilomberos y grabaron esta bestial blasfemidad? 10 gemas impecables, sucias, salvajes, rápidas. Con clásicos eternos, (The Antichrist, Die By The Sword, Black Magic). Un comienzo impecable al que poco tiempo después se le sumaria el EP “Haunting The Chapel”-1984, que incluía “Chemical Warfare”, uno de mis 5 preferidos de toda la discografía. A “Live Undead”-1984, primer disco ¿en vivo?

Luego le damos la bienvenida a “Hell Awaits”-1985. Otra genialidad, con grandísimas canciones, (Hell Awaits, Kill Again, At Dawn They Sleep). Al año siguiente llegaría la OBRA CUMBRE DEL THRASH METAL! “Reign InBlood”-1986, una obra de arte única e irrepetible. Para destacar los 10 temas, pero cabe señalar que comienza y termina con dos de los más grandes clásicos de la historia del Metal, Angel Of Death y Rainig Blood.

Pegadito, casi sin dar respiro vino “South Of Heaven”-1988, disco al que muchos sorprendió por “su cambio”, (cambio es el de Metallica en el álbum negro…en fin). Otro grandísimo ejemplar, (South Of Heaven, Silent Scream, Live Undead, Mandatory Suicide, Ghosts Of War), con el agregado que es el único en contar con un cover, “Dissident Aggressor”,de Judas Priest.

“Seasons In The Abyss”-1990, es otra bomba atómica, que marcaría la primer salida del grupo de Dave Lombardo, (War Ensamble, Blood Red, Expendable Youth, Dead Skin Mask, Skeletons Of Society, Seasons In The Abyss).

Continúa “Divine Intervention”-1994, (le daría la bienvenida a Paul Bostph tras los parches). Otro gran disco, que en su gira presentación los traerían por primeras vez a nuestras olvidadas tierras. Gran disco, (Killing Fields, Sex-Murder-Art, Dittohead, Divine Intervention, Mind Control), que dejaba claro que  seguirían cortando cabezas.

”Undisputed Attitude”-1996, es un disco en su mayoría de covers, a los que se le sumo dos inéditos, “Can’t Stand You” y “Ddamm”, con la firma de Hanneman, que había compuesto entre 1984-1985 para un proyecto llamado “Pap Smear” que nunca vio la luz, y “Gemini”, que cerraba un disco que fue mirado con desconfianza por la crítica y público, menos para los fans acérrimos de Slayer, como quien escribe.

Algo similar ocurriría dos años más tarde con la llegada de “Diabolus In Musica”-1998, disco que más allá de su gira presentación, rara vez tocarían algún tema en vivo, aunque a mí me guste y mucho esta gran placa, (Bitter Peace, Stain Of Mind, Perversions Of Pain, In The Name Of God, Scrum).

Luego vendría “God Hates Us All”-2001, editado el mismo día que las torres gemelas se desplomaban ante los ojos del mundo, sería el punto más flojo de su carrera. No estrictamente en lo compositivo, pero si en lo que fue la  difusión y giras. Grandes canciones, (Disciple, New Faith, Threshold, War Zone, y la asesina Payback).

Tras largos cinco años, pero con el agregado de la vuelta de Lombardo, (con la excusa de los 20 años de Reign In Blood, con gira sangrienta incluida), saldría al mundo “Christ Illusion”-2006, y es la excusa por la que me puse a escribir sin parar sobre mi banda favorita.

El comienzo es más que prometedor, con esa guitarra que viene subiendo desde el mismísimo infierno, da  pie a ese Thrash bien característico de Slayer, que corta para que Mr. Araya nos espete en la cara las primeras estrofas de “Storm Flesh”, y juntos los cuatro retomar el camino del tupa-tupa sin piedad alguna.

“Catalyst”, sigue en la vena del anterior. Esto es Slayer, que pretenden encontrar? ¿Baladas? ¡No señor! ¡Estos tipos están más enojados que nunca! Clase magistral de Thrash Metal en tan solo dos canciones. Cuando mi cervical está a punto de tirar la toalla, estos mutantes tiran “Skeleton Christ” con ese machaque-riff que te deja más atontado que piña de Tyson! Uno de los temas más logrados en la larga carrera de estos muchachos.

Pasa por todos los climas y si le sumamos el machaque que nos lleva al final. ¡Es jodidamente brutal! A esta altura puedo decir sin temor a equivocarme que este disco está a la altura de cualquiera de los grandes clásicos editados anteriormente, (salvo Reign In Blood, claro, eso es inalcanzable para cualquier banda, incluidos ellos…).

“Eyes Of Insane”, es enfermizo, con un trabajo excelente de Lombardo, llenando de matices todo el tema, que va desde el clima denso a la explosión Thrash. ¡Maravilloso!

“Jihad”, comienza con un arreglo de guitarras tímidas, como pidiendo permiso, hasta que se acomoda y estalla furioso, para ponerse a la par de los cuatro mazazos anteriores. ”Consfearacy”, es otro tsunami de violentísimo Thrash Metal, con la dupla Hanneman-King tirando maldades constantemente. Riffs a la velocidad de la luz, solos tan extremos como enfermizos, y un Araya vomitando furia en todas sus letras, “Catatonic”, nos deja como el título de la canción, con ritmo denso, espeso, que promediando el tema te tiran un riff criminal, que le da paso al solo, para volver a la densidad inicial y dejarnos exhaustos.

Nos vamos acercando al final con “Black Serenade”, gran canción con un hermoso corte desnucador para volver a hacernos añicos la columna con su ritmo frenético, que nos hace rebotar contra las paredes de nuestra habitación sin sentido alguno. “Cult”, clasicazo instantáneo. Un comienzo con un clima in-crescendo, nos lleva a un pantano sucio, denso, y cuando creemos que todo va a estar bien, la batería de Lombardo nos aplasta! Y a partir de ahí nunca bajaría la intensidad ni la velocidad del tema, que termina abruptamente.

Y ahora sí, llego el final, inexorable, aunque nos resistamos, porque queremos seguir escuchando más de estos grandes maestros del Thrash, pero no, “Supremist” nos marca el final del camino, y aunque nos duela saber que esta fiesta de sangre y violencia termina, el tema para cerrar el ataúd no podía ser mejor.

Machaques a mil por hora con un doble bombo furioso, y cuando parece calmarse, se enojan aún más! ¡Impresionante! Y lo mejor, a mitad del tema, en que maligna mente se le ocurre meter semejante riff después de un rebaje, que sirve de puente? ¡Una locura insana! Atrás del solo el tema se va yendo, con un clima pesado, denso y un Araya gritando, y queda una guitarra acoplando. Alegoría perfecta que no solo termino el disco, sino también la existencia de la humanidad!

¡Excelente disco de la banda más grande del Thrash Metal! Luego vendrían “World Painted Blood”-2009, (que en plena gira marcaría una nueva ida, esta vez definitiva de Lombardo, que sumado a la trágica muerte de Hanneman, reemplazado por Gary Holt, de Exodus, dejaría marcado el final de Slayer), y “Repentless”-2015, cuya gira serviría de despedida de Slayer, tras 35 años de carrera, y una infinidad de grandísimos discos y canciones.

Fueron, son y serán mi banda favorita por sobre cualquiera que haya existido o que vaya a existir. Tengo argumentos para defender mi postura. ¡Gracias por tanto Thrash Metal, Slayer!

Y así compañeros de este reinado sangriento, estas sensaciones volcadas en escritura ha llegado a su fin. El infierno espera. Pueden dejar críticas o sugerencias en las redes sociales del portal, ya sea en la biografía o en la historia.

Nos leemos en la próxima. ¿Dónde? ¡Acá, por supuesto! ¡En los Escritos Sagrados de Yunque!