El frío se niega a irse en esta primavera, pero no llega a quitar las ganas de salir un domingo para disfrutar de una buena dosis de metal extremo nacional. La cita era en el conocido Uniclub, en la zona del abasto. Lugar emblemático por donde han pasado una cantidad incalculable de bandas extranjeras, y un reducto que se ha vuelto de lo más codiciado cuando llega el momento de que alguna agrupación del under local decida presentar un nuevo trabajo. Tal es el caso de los porteños Catacomb y la presentación de su segundo trabajo «Paradigm Shift»; una obra colosal que desparrama tecnicismo y agresividad en dosis extremas.
Los primeros invitados de la tarde-noche fueron Bestial Perception, saliendo a escena cerca de las 19:30 hs. para desplegar su arsenal de Death Metal con marcados matices en la zona de Tampa, Florida. Si bien lo suyo no es algo meramente unidireccional, es claro que podremos notar influencias de bandas como Monstrosity, Cannibal Corpse o Malevolent Creation. Ellos también se encontraban presentando su inminente trabajo discográfico «PAREIDOLIK», con vistas a ser editado formato físico con el apoyo de dos sellos locales y uno de Uruguay. Comenzaron su set con algunos problemas técnicos, y Sebastián (vocalista) hizo claro que así no se escuchaba en la prueba de sonido. Pasaron algunos temas hasta que lograron al fin acomodar un poco el audio de guitarra, la cual había pasado casi desapercibida durante los primeros diez minutos de show. Temas como «Ataraxy» o «Regurgitating Human Flesh» ya se encuentran disponibles en youtube a modo de adelanto de su esperado trabajo discográfico, y fueron temas que pudimos disfrutar en vivo siguiendo cada detalle que el baterista invitado para esta ocasión (Ricky Tessore) pudo seguir al pie de la letra, dando cátedra de técnica y adaptación con tan poco tiempo de ensayo previo.
En segundo lugar, saldría Grotesque Impalement, banda oriunda de Olavarría, Bs. As. que practica un Death Metal con algunas cadencias cuasi Doombetas. El recinto comenzaba a llenarse mientras los acordes espesos se mezclaban con los blast de batería de este trío, que también contó con un músico sustituto (el bajista) y que, de no ser remarcado no nos hubiésemos dado cuenta. No es la primera vez que veo en directo a la agrupación de los Krotter, pero en esta oportunidad debo admitir que disfrute de su show a más no poder. Teníamos por un lado voz y guitarra, y por el otro al bajo… ambos aportando gravedad desde las cuerdas (todas: las vocales y las metálicas). Cada uno prácticamente anclado al suelo del escenario si esbozar más movimiento que el de sus manos para tocar sus instrumentos. Entre esta visual zombi-apocalíptica teníamos por detrás a Ricardo Krotter castigando los parches de la batería. Todo enmarcaba perfectamente para disfrutar de lo que este muchacho hacía. No solo por las cuestiones técnicas, sino por el contraste gesticular con los otros integrantes. Pero lo más llamativo radicaba en prestar atención como oyente de cada acentuación, cada fill, cada corte y cada parte que parecía estar totalmente diseñada para que la banda en conjunto tome su forma. Podría afirmar que este baterista es de los más creativos que tiene la escena extrema local, y eso no es poca cosa.
Hace algunos días pude ver a Fibroma (la tercera banda en esta fecha) teloneando a los neerlandeses Sinister (pueden chequear la reseña de este show acá: https://darknessnews.com/sinister-2023-argentina/). Otro trío que salía a desparramar Death Metal a diestra y siniestra, formados por Lucas Delgado en guitarra y voz, Ismael Pérez en batería y Patricio Olguín (quién también forma parte de Bestial Perception) en bajo. El audio espeso parecía continuar sonando como una estela de la banda anterior, cosa que en un principio no calzó del todo bien con Fibroma, ya que el audio más agudo del redoblante amenazaba con despegarse del resto de la mezcla. Detalles que se fueron corrigiendo con el correr de los minutos para poder disfrutar de la brutalidad que estos muchachos saben darnos, dejándoles el recito bien calentito a los anfitriones de esta velada.
Catacomb iniciaba su presentación con «The Hunt», una pieza instrumental climático-progresiva que paradójicamente es la que cierra el disco Paradigm Shift. Un final de tema con cortes y berridos impresionantes, que dan unión a «Superfluous Humanity». Un tema que define muy bien la temática de su último trabajo, pero también engloba eficientemente lo que es Catacomb. Partes técnicas entrelazadas en disonancias, bajos que toman por asalto sus espacios, baterías que castigan y unen la demencia, con una voz que grita vehementemente sobre la telaraña eléctrica que guarda entre sus redes algún pequeño espacio para sentir los movimientos del Jazz. De esta forma fueron mostrando (o demostrando) los temas que componen su última placa, pero también hubo lugar para material más antiguo, como «The Inner Search» o «Acceptance» donde aprovecharon para sumar al ex-guitarrista Joel Poggi. Otro de los invitados de la noche fueron Federico Bovina quien se plantó con su Cello en el medio del escenario para «End of the Process» generando un clima hipnotizador para luego recibir a Nico, quien se sumaría a vociferar junto a Matías en «Where the Numbers End». La disonancia, la brutalidad, la técnica y la buena onda se apoderaron de Uniclub en una noche de domingo (o anti-domingo, como diría desde un principio la voz de Bestial Perception) donde cerca de doscientas personas olvidaron por algunas horas que al otro día había que levantarse temprano para ir a laburar, disfrutando a tope de un recital creado y brindado como se debe.
Muchas gracias a Florencia y Terror producciones por estar, y estar en todo detalle para que cada evento sea una fiesta.