Como festejo de su reciente lanzamiento “Semilla del mal” los muchachos de Malevaje apostaron a un show de primera línea. El lugar elegido fue nada más ni nada menos que El Teatrito ubicado en Sarmiento esquina Callao, en la zona céntrica de la ciudad de Buenos Aires. Un lugar donde se vienen dando muchísimos shows de bandas locales e internacionales. La apuesta estaba hecha, y era fuerte.
Luego de esperar un buen rato afuera del lugar (al parecer hubo algunos problemas técnicos que retrasaron el evento) pudimos ingresar, y fuimos recibidos con un paquetito de tutucas (un maíz inflado, para acompañar a la cervecita). Un primer detalle que nos recordaba que este espectáculo estaba anunciado como una “experiencia multisensorial”.
Al poco tiempo sale Malevaje a escena (al parecer la banda invitada para abrir el show, BloodCrown, tuvo algunos inconvenientes que impidieron su presentación). Las primeras descargas de un Heavy-Thrash noventoso, cargado de baterías a doble bombo, nos llegaban con un sonido bastante fuerte. Sobre el escenario, a parte de la banda, podíamos ver a dos jóvenes enmascarados emulando correr entre mímicas que se hacían algo bizarras.
El recinto se encontraba a medio llenar, con un centenar de personas que observaban atentamente la sucesión de imágenes que enmarcaban el concepto musical de Malevaje. Temas como “Fuga de cerebros” nos hablaban sobre la realidad actual (y desde que yo tengo memoria) del país. El estado ausente y la educación devastada. Una canción directa y servida en bandeja, como así también sirvieron unos cerebros para degustar en el escenario.
Hubo un par de pasajes introductorios con músicos tocando instrumentos de viento andinos, dejando el clima abierto para que el cantante Nahuel se bata a duelo con su invitado desde los micrófonos (y también a cuchillazos), mientras revoleaban los ponchos en “Sabio Indio”. Luego seguiría el tema elegido para video de difusión “Somos todos máquinas de carne”, donde se apreciaban leves influencias de Death, entre frases de desencanto social en un lenguaje extremadamente coloquial. Volaban billetes, y los Malevaje dejaban espacio a bailes de malambo con el revoleo de boleadoras incluido, de unos invitados vestidos para la ocasión. La presentación del disco Semilla del mal llegaba a su fin, y dejarían un par de temas de su EP del año 2017 para cerrar la velada “Junto al Metal” con Gabriela Capurro de invitada al teclado. Otro de los ausentes fue Larry Zavala (al parecer estaba enfermo), pero pronto podremos verlo en la vuelta de Nepal.
Un evento bastante entretenido con tópicos poco vistos en la escena del Metal local. Desde el sonido potente apuntalado por un muy buen trabajo del baterista Miguel Benito pudimos disfrutar de una experiencia que no tuvo mucho de multisensorial realmente, y donde también me hubiese gustado que (por ejemplo) los invitados especiales, como los bombistos, hubiesen bajado del escenario a tocar entre la gente. Creo que un detalle así aportaría mucho a la experiencia de un show no tan convencional. De todas formas, ha sido una buena apuesta y esperamos por más de Malevaje.
Muchas gracias a Heresy Metal Media y NGD Press por permitirnos estar presente en este evento.