Praying Mantis “Defiance” (Frontiers Music, 2024) 

Esta es otra banda, con la cual tuve que hacer bastante los deberes hacia atrás, pero me llamo la atención obviamente, más cuando hace un par de reseñas atrás relaté la del otrora violero de Maiden, Denis Stratton, quien formó parte de esta banda desde 1990 al 2003, y participó en la edición de nueve placas de estudio.

Así que, el pasado 19 de abril del corriente año, a través de Frontiers Music esta legendaria banda de Inglaterra nos trae su último trabajo de estudio, el numero 17 de su holgado palmar, sin contar sencillos y compilatorios, coincidiendo también con el 50 aniversario de la banda.

El disco, arranca con la canción “From The Start” y desde el vamos notamos una notoria influencia del hard rock melódico bien de los 80s y me atrevo a decir algo de AOR, si bien no golpea con la contundencia de trabajos anteriores, es una buena manera de abrir un disco y un viaje a lo que quizá esperábamos de esta banda clásica.

Sigue en el orden de la lista, el tema homónimo a la placa que es a su vez uno de los videos clip y adelantos oficiales del álbum, y si bien la canción tiene la mezcla de estilos citada anteriormente, tiene una cadencia mucho más lenta y aun más melódica.

También hay lugar para cosas un poco más poperas o “alegres” tal es la rola “Standing Tall”, donde los sintetizadores toman un poco más de protagonismo, logrando ese efecto atemporal, tirando a futurista.

Canciones como “Never Say Goodbye”, tienen ese “no sé qué “ a película norteamericana de los 80s, en especial con ese aire a Survivor o Robert Tepper, con un trabajo impecable del vocalista John Cuijpers, apuntalado por el trabajo de Tino Troy en una de las guitarras y la banda sonando correctamente haciendo notar en casa segundo la buena producción y experiencia.

Como no podía ser de otra manera, tenemos tiempo para la parte lenta del disco, “Forever In My Hearth“ así lo comprueba, una canción que derrocha emotividad con unos vibratos en el solo a cargo del otro guitarrista Andy Burguess, con una melodía y un sonido genial sumado a una muy buena línea de bajo a cargo de Chris Troy, hermano del guitarrista arriba nombrado.

El cierre de esta vuelta al ruedo corre a cargo del instrumental “Nigthswim”, una pista que hubiera sido una interesantísima balada de haber tenido letra y una buena parte vocal como el resto de la placa, pero bueno no quita merito a este buen trabajo de esta histórica banda británica

Sin dudas, esta banda sigue demostrando que están más vigentes que nunca a pesar de la edad, como lo vienen haciendo Saxon y Judas Priest entre otros, un buen conglomerado de viejos estilos sazonados con buen gusto e igual producción y ejecutados a la perfección dan por resultado estas cosas, discos que si bien no inventan nada (a esta altura), son totalmente escuchables y disfrutables, que nunca pasan de moda, ojalá se dieran una vuelta por estas latitudes.