Rob Halford – Resurrection, una trompada en la frente

¡Amigas! ¡Amigos! Bienvenidos a una nueva entrega de este cóctel de palabras que buscará transmitir las sensaciones que distintas bandas han causado en la humanidad de quien aquí suscribe.

El invitado de hoy es, de pie por favor, ¡Halford!

Cuando Halford dejó Judas Priest, al finalizar el tour del disco más importante de la historia del Heavy Metal, (¡Estoy hablando de “Pankiller”, por supuesto!), en el mejor momento de la banda, fue verdaderamente sorpresivo.

Halford, es mi cantante favorito de todo el Metal y esa noticia me dejó expectante sobre el futuro musical no solo de él, sino de Judas también. Luego Roberto salió a la cancha con “Fight” y su “War of Words”, mostrando un claro cambio musical con respecto a lo hecho en Judas, y nos aniquiló! Un discazo espectacular, al que le siguió “A Small Deadly Space”, un tanto desparejo con respecto a su predecesor y que sería el último trabajo de Fight.

Posteriormente inició otro proyecto llamado 2wo, orientado más hacia el Metal Industrial, que a mí verdaderamente me gustó muy poco y con el cual sentí que Halford había perdido la brújula definitivamente.

Pero, llegado el nuevo milenio, Rob trajo un nuevo proyecto al que bautizó con su apellido, que la prensa especializada lo anunciaba como un “regreso a sus raíces”, y yo sinceramente lo recibí con muy poco entusiasmo. ¡Y como me equivoqué!

“Resurrection”, es exactamente eso, la resurrección del querido ROB!

El comienzo con Halford gritando “Resurrection”, tema homónimo que abre la placa, ya anunciaba que se venía algo que estábamos esperando tanto. El estribillo es la gloria ¡Mamita! ¡Y era solo el primer tema! A continuación, “Made in Hell”, otro trompazo en el medio de la frente. “Locked and Loaded”, con una marcha más densa, baja los decibeles pero no la pesadez. “NIight Fall” continúa el camino del antecesor y deja paso a “Silent Screams”, que baja definitivamente el ritmo, en un tema donde Halford puede desarrollar bien su faceta de excelente cantante que sabemos que es.

Llegando a la mitad del disco, nos topamos con lo que siempre hemos soñado los fans de Judas y de Maiden, escuchar a Halford y a Dickinson juntos en una canción y esa canción es “The One You Love”, que comienza con un tremendo machaque para darle entrada primero a Bruce y luego a Rob, para luego explotar juntos en el estribillo de un gran tema, que hace justicia a estas dos grandes voces del Heavy Metal.

“Cyberworld”, otra canción bien clásica y rápida en su medida justa. “Slow Down, “Temptation” y “Twist” llenan de una intensa densidad este tramo del álbum sin que baje un ápice la calidad del mismo, para darle la bienvenida a los dos últimos temas, “Drive” y “Saviour”, pesados y gancheros con la velocidad justa, son ideales para cerrar un excelente disco.

Halford, había vuelto y ya no se iría más a experimentar otros estilos, ya que dos años más tarde nos volvería a aplastar la nariz de un puñetazo con “Crucible” y más tarde con su vuelta a Judas.

Pero volviendo a “Resurrection”, creo que fue la mejor decisión que tomo Roberto y que le devolvió el trono de Metal God, sillón que nadie había usado en su corta ausencia. ¡Gracias por tanto Heavy Metal, querido ROB!

Y hasta acá llegamos. Este compendio de palabras resurrectas ha concluido. Pueden dejar sus comentarios a través de las redes sociales del portal, ya sea en la publicación o en la historia. Se aceptan críticas y sugerencias.

¿Nos leemos en la próxima? ¿Dónde? Acá, claro. ¡En los Escritos Sagrados, de Yunque!