Thy Darkened Shade “Liber Lvcifer II: Mahapralaya” (World Terror Committee Productions, 2023)

Desde Atenas, Grecia, llega a Darknessnews el último trabajo de esta banda blacker integrada por The A en voces y el compositor Semjaza en guitarras, bajo, ambientaciones y voces. Al igual que en su álbum anterior (Liber Lvcifer I: Khem Sedjet, del cual ya pasaron nueve años) el dúo se encargó de contratar al productor multinstrumentista Hannes Grossmann, para ocupar el rol de baterista. Un tapado que ha grabado con Alkaloid (recomendable el álbum “Numen” del 2023), Hate Eternal, Necrophagist, Obscura, Howling Sycamore, o Triptykon entre otras. De hecho, no es el único músico de Triptykon que participó en el disco que hoy nos ocupa, ya que también se encuentra trabajando aquí en la mezcla, mastering y producción, el guitarrista V. Santura de la banda liderada por el ex Celtic Frost, Tom G. Warrior. La portada a cargo de Vamperess Imperium también es otro hermoso punto a favor.

La segunda parte de esta saga inicia con una invocación satánica (mitad en inglés, mitad en griego) a “Luciftias”. Voces monstruosas con coros eclesiásticos de fondo van anticipando la carga alta de oscuridad que rige en la placa. Un audio bien pulido que deja oír cada instrumento (el bajo se escucha) y cada golpe de batería, que nos va paseando por un sinfín de momentos en “Sacrosanct Pyre”. Todo nos va indicando que este trabajo debería ser tenido en cuenta si es que se les pasó en su lista de los mejores álbumes ennegrecidos del 2023. La labor del baterista es demencial, “Into Eerie Catacombs” no me deja mentir, aunque también podemos resaltar el trabajo de guitarras con sus riffs intrincados, y los bajos con su presencia impoluta. Los temas son nueve, y son bastante largos. “Sathanastasis” por ejemplo, dura unos nueve minutos con veinte segundos. Comienza denso e hipnótico, pero también tiene sus momentos explosivos.

Se siente un clima bastante teatral remarcado por las voces, y aunque en algún momento pueda venirnos Therion o Batushka a la mente, debemos remarcar que en realidad todo se encuentra más cercano a bandas como Deathspell Omega, o lo último de Emperor, por citar algunos ejemplos. Por momentos más teatral, por momentos más violento, más oscuro o épico (como en “Qelippot Epiphany”) pero nunca perdiendo la línea de composición retorcida. No porque sea una ensalada musical, sino porque suena maldito. Elaborado y maldito. Se han tomado su tiempo en crear esta obra, pero creo que valió la pena.  

“Acausal Current of Thanatos” continúa mostrando distintas técnicas de instrumentación a base de tremolo picking y muchos cambios de ritmo. Junto a “Veneration for the Fireborn King” son las dos piezas más cortas de la obra (salvando la intro y el final de seis minutos cuasi hipnotista de “Typhonian Temple”), pero resulta increíble todo lo que pasa dentro de esas pistas. Claro que igual cuentan con seis minutos y medio, o cinco y medio respectivamente para refregarnos cantidad de riffs, bases o fills de batería por la cara; pero suena todo tan dinámico que da gusto.  

“Noxious Witchery of the Titans” se encuentra justo antes del acto final, y es una descarga sónica de ultraviolencia con unos blast beats a no sé ni cuantos BPM, que te golpean y laceran casi de principio a fin; remarcados por leves momentos de calma, arpegios de bajo, machaques de guitarras asesinos y voces gruñonas o corales. Todo bien retorcido, como les comentaba antes.  

Un tercer trabajo dignísimo de merecer alabanza o adoración diabólica. ¿Puede ser algo difícil de asimilar? Tal vez. Quizás pueda parecer mucho una hora en un disco de Black Metal, pero… ¿Quién te quita lo bailado?