La banda bonaerense de Black Metal, Wolves’ Winter, festejó sus quince años de vida en el barrio de Almagro. Desde el lanzamiento de su último trabajo (Qayin Coronatvs, reseñado en su momento en el sitio: https://darknessnews.com/wolves-winter-qayin-coronatvs/) vienen en una carrera ascendente que los ha ido posicionando dentro las propuestas más interesantes del metal negro local. Estos últimos años pudimos verlos varias veces teloneando a bandas extranjeras como Tsjuder, Uada o Marduk, y también en distintos festivales, o inclusive girando por el país. Wolves’ Winter está apostando fuerte y tiene con qué.
Para esta ocasión agregaron a Dios Serpiente como plato introductorio a su festejo. Un proyecto unipersonal que mezcla sonidos oscuros de tintes apocalípticos disparados por secuencias, mientras la encarnación escupe sus gritos golpeando las cuerdas de su bajo. Detrás del clima Doom industrializado podemos notar brisas corrosivas del Shoegaze. Como si se tratase de la musicalización perfecta para un día espeso cargado de humedad, Dios Serpiente con una presentación que apenas si arañó la media hora, dejaba el tono en el lugar indicado para que Wolves’ Winter agregue un poco de maldad a la noche.
Como espectros del inframundo salían a escena. Cubiertos con túnicas y encapuchados, lanzaban su primer hechizo (Witchcraft) sobre el público presente. Algunos detalles en el sonido (como las guitarras un poco bajas) hicieron que “Mallevs Maleficarvm” o “Distant Horizon of the Spotless Mind” no se disfruten en su esplendor, pero por suerte esto se corrigió en “Dead Soul Temptation”. Los blast incansables de Nebiros marcaban el ritmo violento, mientras que las guitarras de Orobas y Valefar (este también agregando algunos coros fundamentales a las composiciones) nos sumían en un trance musical donde algunas personas lo exteriorizaban a través de su cuerpo, en bailes casi rituales que coloreaban la velada.
La lista de temas venía variada haciendo un repaso por su historia, aunque obviamente hubo bastante lugar para su último trabajo con algunas intro incluidas, en las cuales los músicos aprovechaban para darnos la espalda sumando algo de misticismo al momento. Las vociferaciones de Beelzebuth se mantuvieron tajantes, mientras sus manos gesticulaban distintas invocaciones en un ambiente donde predominaba el color rojo y las bocanadas de humo aparecían cada tanto, para danzar entre las velas y los huesos humanos, con los acordes malignos de Wolves’ Winter.
En la oscuridad de la noche vería la luz “The Medium”, un tema que formará parte de su próximo trabajo discográfico, y que tal vez me arriesgue a decir que, aunque continúa en la línea, amplía un poco el rango en agresividad tanto como en melodía. Un buen detalle como obsequio a las hordas presentes (unas ochenta personas aproximadamente) que no perdían mirada y se movían al son de las batucadas finales de “Ars Necromantia”. Un resumen de quince años de la música más oscura y envolvente que tal vez haya presenciado, en una hora de show que no tuvo ningún desperdicio.
Desde ya muchísimas gracias a Noiseground Producciones y Wolves’ Winter por permitirnos cubrir el evento.