¡Amigas! ¡Amigos! Bienvenidos una vez más a este rinconcito de luz, donde mágicamente tratare de describir con bellas palabras, las distintas sensaciones causadas por diversas agrupaciones en mi agradable persona, y que simpáticamente hemos llamado Escrito Sagrado. Hoy le damos continuidad al Escrito iniciado la semana anterior, donde comentaba los comienzos de la banda más sucia del rock and roll, Motörhead, de ellos estoy hablando damas y caballeros. Sin más que agregar a este copete, me dispongo a escribir.
Con ustedes, Motörhead!
Capitulo II – “Marchar o Morir, esa es la cuestión”.
Pete Gill, ya no es parte de la banda, se quedó en el escrito pasado y en su lugar volvería a ocupar la banqueta el gran “Animal” Taylor, para darle vida al que es uno de mis disco preferidos, “Rock’n’Roll” – 1987. Un gran disco que comienza con un temazo que va directamente a mi lista de favoritos de todos los tiempos y se sienta en la mesa de los mejores cinco. Gran disco, gran portada, de las mejores. “Rock’n’Roll”, “Eat The Rich”, “Blackheart”, “The Wolf”, “Boogeyman”, son canciones que se destacan en esta obra, hay una versión extendida que contiene “Cradle To The Grave”, que es un temazo que vaya a saber porque quedo afuera de la edición original. Por ahí el gran gurú Nanreh Alzamora, que nos ilustra cada semana con su “Zona Retro” nos pueda iluminar con su magnánima sabiduría.
Con la salida de “1916” – 1991, surgieron algunas pocas críticas del público en general, diciendo que habían aggiornado su sonido por haber firmado para una compañía estadounidense. Si hay algo que NUNCA hizo Motörhead fue bajar el nivel de mugre en su sonido. Sonar mejor no es “ablandarse”, estimados. Hay que sacar la cabeza de adentro del balde para poder apreciar la música. “I’m So Bad,(Baby I Don’t Care)”, “Going To Brazil”, “Love Me Forever” un gran tema que a mí me gusta mucho, “R.A.M.O.N.E.S.”, son los destacados de un disco que si bien no es de los mejores, ya lo dije antes, Motörhead no tiene discos malos, si alguno más flojo y este, en mi percepción, es uno de esos. Previo a la grabación del siguiente lanzamiento, Philty dejaría la banda, esta vez para siempre.
En este contexto “March Or Die” – 1992, cuenta con Tommy Aldridge en batería pero solo para la grabación, ya que tras los parches se sentaría en forma permanente hasta el final el grandioso Mikkey Dee.
Un muy buen disco, redondo por todos lados que contiene una llamémosla “balada” semi-acústica a dúo con Ozzy, muy linda que calma las aguas para luego si retomar el camino del sucio y maloliente rock. Volviendo a lo importante, acá la banda levanto la puntería y nos tiró por la cabeza un discazo. “Stand”, “Catch Scratch Fever”, “Jack The Ripper”, “I Ain´t No Nice Guy”, “Hellraiser”, “You Better Run”,(un blues tremendo!), “March Or Die”, (se dice que Wurzel odiaba esta canción, lo siento, pero a mí me gusta y mucho, je je!), son las bombas que más destacan sobre el resto. En septiembre de ese mismo año los pudimos ver por primera vez en Argentina, en el mítico estadio Obras, en uno de los shows que más espere y disfrute en mi vida! (a pesar que muchos se quejaron por la lista, que según sus exigentes oídos, le faltaron temas clásicos. Lo cual es cierto, ya que solo sonaron “Metrópolis”, y “Ace Of Spades”, (aunque yo también sumo “Killed By Death”, porque es uno de mis cinco favoritos de la M), pero muchachos, ahí arriba esta Lemmy! ¡Disfrútenlo! ¡Que toque lo que quiera!
Lo curioso es que unos meses más tarde, más precisamente en Abril de 1993, volverían a presentarse en Obras, donde harían prácticamente la misma lista, con dos temas más, “Stay Clean” y “Overkill”, pero esta vez nadie se quejó. Aplausos.
Luego llegaba “Bastards” – 1993 y arrasaba con todo a su pesadísimo paso. El GRAN disco de Motörhead, con un uno-dos que te deja más grogui que trompazo de King Kong. Lejos, para mí, el mejor disco de Motörhead.
“On Your Feet Or On Your Kness”, “Burner”, gloriosa bomba atómica, rápida, pesada, con un doble bombo de Mikkey que es una locomotora pasada de anfetaminas!; “Death Or Glory”, con esa parte en medio bien tribunera; “I Am The Sword”, Mamita! Ese riff!; “Born To Rise Hell”, clásico instantáneo; “Don’t Let Daddy Kiss Me”, temazo en tiempo de balada pero con una letra pesadísima, con una carga brava tratada maravillosamente por la pluma del gran Lemmy; “Bad Woman”, rockazo!; “I’m Your Man” y “We Bring The Shake”, se destacan apenas un poco más sobre los tres que no nombre, pero que también son buenos temas de un disco EXCELENTE!!
“Sacrifice” – 1995, venía a recoger los restos desperdigados en la masacre llamada “Bastartds”, y comienza a los trompazos limpios! Motörhead seguía su marcha demoledora, que nunca supo de rebajes, siempre a fondo, exactamente como Lemmy vivía su vida.”Sacrifice”, tremendo arranque!, “Sex & Death”, “Over Your Shoulder”, pesadismo, “War To War”, “Dog-Face Boy”, “Don’t Waste Your Time”, rockazo!, “Out Of The Sun”, las destacadas de otro gran disco de la verdadera gran M, que nos traía una tanda de tres discos seguidos en un altísimo nivel.
“Overnight Sensation” – 1996, nos traería dos grandes novedades, 1- Motörhead volvía al formato trío, prescindiendo de los servicios del bueno de Wurzel, y 2- ver un Lemmy sin bigote y así apreciar que esa verruga era más grande y fea de lo que sospechábamos!. Un comienzo arrollador, despeja las dudas sobre esta “nueva” formación. Digo dudas porque los “sesudos de siempre” ponían un aro de incertidumbre sobre si Campbell podía ser la única guitarra. Y, claramente, salió muy bien parado, demostrando a los “dudosos” el gran guitarrista que es. Y si pensaban que no podían ser más sucios y pesados, se equivocaron, señores! ¡Este disco rockea fuerte!
“Civil War”, “Crazy Like a Fox”, “I Don’t Believe a Word”, “Eat The Gun”, (fuertísimo póker de ases para comenzar el disco!), “Them Not Me”, “Murder Show”, son las destacadas de un gran disco. Y acá hago una declaración. Los años irían pasando junto a enormes ediciones de este trio, que para mí, es la mejor formación de Motörhead. Sí, es cierto, los primeros años trajeron grandes clásicos, pero acá también los hay en discos muy buenos que superan o empardan viejas ediciones, y mucho variedad en la vena del sucio rock de siempre. Y eso lleva a mi decisión final, que esta formación nos regaló la mejor etapa de Motörhead. Los escucho, sin insultos y con argumentos, por favor. Y con esta simple y arriesgada reflexión, pongo fin a este segundo capítulo, y me guardo para el final, el desglose de la recta final en las ediciones de Motörhead y su enorme legado.
Y así, compañeros y compañeras de aventuras, esta compilación de bastardas palabras hechas escrito ha llegado a su fin. Pueden dejar sus comentaros en las redes sociales del portal, sea en la publicación o en la historia. Se aceptan críticas y sugerencias.
Nos leemos en la próxima salida, con el capítulo final de esta trifecta de esta gran banda. ¿Donde? Acá, por supuesto! ¡En los Escritos Sagrados de Yunque!