Total Death – “Mar de Aguas Amargas” (Sun Empire Productions, 2020)

Tuve la suerte de conocer a esta banda ecuatoriana desde sus inicios prácticamente, con su primer EP “Silencio de soledad” (1996). Fui siguiendo su evolución disco a disco (5 álbumes y 5 EPs), y me llena de satisfacción hoy toparme con este material.

Desde Quito han esparcido lentamente su melancólico Doom Metal, llegando a lugares insospechados, como haber tocado a bordo del 70.000 Tons of Metal, algunas giras por Brasil, México o Europa, y teloneando a cantidad de bandas de renombre. Buscando su camino mostraron producciones en inglés y en castellano, al parecer ya quedándose definitivamente con esta última lengua. Fueron ganando cada vez más profesionalismo y se han posicionado como una de las bandas más reconocidas de Ecuador, tal vez siendo también la banda de habla hispana más representativa del género.

Una arriesgada narración sobre un mar de teclas, encarnada por Ximena Viver con vehemencia y sentimentalismo, nos lleva a “Corazón sin Purificar”, donde la melodía y el machaque de las guitarras viene acompañado por colchones de voces. Todo esto genera un clima que podría graficarlo uniendo a Moonspell con Therion y My Dying Bride. La voz de Ider Farfán parece sollozar durante largos minutos sobre una pesada oscuridad que nos arroja al lugar más profundo.

“Rencor Signo Sublime” representa la cara más clásica de Total Death. Las líricas de desesperación características de los ecuatorianos ahora se encuentran embellecidas por un audio dignísimo, donde tenemos guitarras acústicas, pianos, sonidos de ambiente y la distorsión, que acompaña las partes más extremas de agonía.

El agua se mueve, se siente la bruma, nos trae melodías Jazzeras de pianos y un saxofón que guía el pasaje “En el Centro del Alma”. Tenemos voces de guturalidad desgarradora pero legible danzando un vals de la muerte. Interludios de calma antes de la tormenta y descargas de demencia, se manifiestan en uno de los momentos de creatividad más altos del disco.

Más melancolía para “Sombrío Instinto”, quien guarda en sus pasados diez minutos algunas  guitarras españolas, acordeones, y sonidos electrónicos conjugados de una manera exquisita, con la narración de Hugo Idrovo (un gran personaje local que derrocha genialidad).

“Naufragio hacia Dentro” comienza con unos minutos sentimentales de piano y guitarras soleando que son aplastadas por una enorme ola de Doom Death Metal. Los gritos se ahogan en las profundidades y se transforman en once minutos de romántica agonía.

Llegamos al final con “La Sed Invisible”, y no crean que a esta altura van a escatimar en algo. La batería golpea a puro doble bombo, aparece una orquesta entre cortes teatrales con guitarras armoniosas que resumen un poco la historia de la banda.

Una obra de 55 minutos dividida en siete largos tracks de lo más triste y desgarradora, donde hay espacio para todo. Doom Avant-Garde con toque y personalidad propia, que nada tiene que envidiarle a las bandas reconocidas.

Este tipo de arte no es de fácil escucha, pero si estás acostumbrado a nadar en aguas profundas donde no llega la luz, seguramente podrás disfrutar de bucear en este “Mar de Aguas Amargas”.

Total Death son: Ider Farfán (Guitarra y Voz), Danny Molina (Batería) y Carlos Moreno (Bajo).